viernes, 4 de julio de 2008



Nuevo Libro: LA LUCHA DE UN HOMBRE


Luis Ordóñez

RESUMEN
Alberto nace en Saposoa. El padre migra desde la sierra de Cajamarca hasta el valle del Sisa, de allí al valle del Saposoa. Alberto desde niño apoya en la fabricación de tejas y ladrillos. De joven se enrola en el ejército. A su retorno, es un hombre competente. Ingresa a la policía, con la idea de reunir dinero y construir un micro central hidroeléctrico e implementar un aserradero en la chacra de sus padres. Como policía se va a la guerra del 41 con el Ecuador. Las ansias de superación son incompatibles con el trabajo policial y renuncia.
Con el poco dinero emprende la empresa de extracción de jebe de la selva central peruana, en forma mancomunada con su cuñado Goldeau. En cambio, debería internarse al bosque casado con su novia Lusdina, sobrina del Diputado Amayo. No se concretiza el matrimonio por incompatibilidad sanguínea. Los padrinos e invitados lamentan el hecho. Entonces se irían al bosque solamente como novios, en convivencia. La hermana mayor se opone tajantemente a esta forma de vida: “ella no sale de esta casa sino casada”. Luego de pensar mucho, la pareja decide huir en el tren que va de Lima a La Oroya. De allí en carro se dirigen a Tarma y Chanchamayo. Allí se re encuentran con Goldeau. En una expedición de decenas de caballos ingresan al mundo mágico de la selva.
Alberto administra el trabajo. Hace entrega de una estrada a cada trabajador. Una estrada está conformada de cien plantas de jebe. Antes del desayuno el hombre pica las plantas y deja con el embase adherido. En la tarde corta (como a la leche para el queso) y lamina. En la noche ahúman las láminas y hace entrega el producto al administrador. La forma de trabajo de Alberto se riega por el valle del rio Pichis. Tal es así, que le nombran responsable de correos de la zona. También el portentoso Carrión solicita a Goldeau que su administrador trabaje para él. Alberto se niega: “yo no quiero ser trabajador de nadie, por eso renuncié a la policía, quiero ser independiente”. Tras estrategias diversas Goldeau logra convencerlo: “a Carrión no se le puede negar; además trabajarás solo unos meses y después seguimos con la empresa”. Luego de algunos meses, Alberto encuentra los restos de una avioneta. Por este hecho el ministerio de transportes premia a Carrión con una fuerte suma de dinero. Para Alberto no hay un céntimo. Alberto amplía las estradas de Carrión, manda cazar animales del bosque, a pescar con dinamita del río Pichis y aumentan los ganados vacunos. En una oportunidad, mientras los ganados cruzaban el rio, Alberto pisa la lanza de un pez raya. El dolor terrible lo hizo calmar con medicina natural: cogollo de cético y barro. De pronto, le llega una carta de la suegra, solicitando a la pareja que se fuera a vivir en Tingo María. El alejamiento de la empresa de Carrión fue abrupto y tenso. Carrión no aceptó esta forma de abandono y decidió no pagarle por los servicios. Goldeau media y se compromete pagar la deuda.
Alberto y Lusdina emprenden viaje en balsa por el rio Pichis hasta Pucallpa y de allí en carro a Tingo María. La madre los recibe con la mayor emoción. Al día siguiente, hace la distribución del terreno en tres partes: esta es para tu hermano político Vicente que está aquí conmigo, esta otra para ti hija y la otra parte del terreno para mí. Alberto prepara la chacra con el rozo, tumba y quema. Siembra coca, maíz, frijol y plátano. Mientras las plantas crecen extrae madera. La madera rolliza entrega a la colonización Tingo María. Luego de algunas entregas, la joven pareja ya cuenta con dinero en mano para proyectarse en otras finanzas. Al parecer el progreso económico de la pareja provoca celos a Vicente, quién convence a la madre frenar el avance. En la última entrega de madera, el responsable de la colonización informa a Alberto que ésta es la última vez que entrega madera; pues, la autorización ha sido cancelada por la propietaria del terreno. Alberto enfurecido le informa a Lusdina. Esta, con el mismo ímpetu le increpa a la progenitora. La madre maldice a su hija: “maldita serás toda tu perra vida”. Baja el manto negro que tenía en la cabeza, se arrodilla y llora por mucho tiempo. A partir de ese momento la vida de la pareja fue desastrosa, llena de insultos y agresiones. Alberto recuerda el mensaje que le dijo Carrión: “el que pinta en cuadro ajeno, pierde el tinte y pierde el cuadro”. Llega de visita su hermano Jeremías con esposa e hija, desde Pucallpa. Alberto al retorno de la chacra, coloca el racimo de plátano en la cocina y se echa en la banca larga. Pone los pies sobre los muslos de Lusdina. Esta se levanta enfurecida cogiendo un cuchillo contra Alberto, por que le está pateando. Alberto se defiende y decide con el hermano jeremías salir a un hotel.
Arman el proyecto de comercialización de sal desde Pilluana hasta el valle del río amazonas. Pilluana está en la región San Martín y desde allí Jeremías despacha las balsas con Sal y Alberto distribuye el producto a los pescadores. Alberto canjea un quintal de sal con un quintal de pescado seco. Alberto traslada el pescado seco de Yurimaguas en avioneta a Tarapoto, de aquí a Lamas, Picota, Bellavista, Juanjui y Saposoa. Los celos de otros comerciantes hacen que el Banco de la Nación de Iquitos cancele la licencia de Alberto. Dejan el negocio y migran a Saposoa.
Los dos hermanos abren un bazar en Saposoa con mercadería procedente de Tingo María. Alberto inicialmente se opone por no encontrarse con Lusdina. “Vamos a comercializar en Tingo María, no con Lusdina”. En balsa trasladan en varias oportunidades por el río Huallaga. En uno de esos naufragan y logran salvarse. Entonces emprenden el proyecto de producción de bebidas gaseosas en Saposoa. Inicialmente distribuían las javas al hombro, luego en triciclos y después en un camión trasladado desde Nueva York. Por la envidia, le enjuician con pruebas falsas. Alberto gana el juicio y decide no trabajar más en el proyecto. Inicia el proyecto de radio Saposoa, con altoparlantes, como radio Tropical de Tarapoto. También las propias autoridades le enjuician y decide cerrar el negocio.
Como próspero empresario y conocido en la región, postula para diputado de la nación y para alcalde provincial de Huallaga y pierde las dos elecciones. Es elegido presidente del comité de desarrollo de Saposoa. Con él se construyen los dos aeródromos de Saposoa, se inicia la central hidroeléctrica de Shima, se construye el hospital rural de Saposoa, se inicia la construcción de la carretera Saposoa Rodriguez de Mendoza, llegando hasta Pasarraya la primera etapa. Las mismas autoridades le enjuician por la construcción del primer aeródromo, donde además él dona una parte del terreno. Constituye la asociación de los vencedores del 41, de la cual es el presidente. Alberto fallece en febrero del 2008.

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