miércoles, 15 de octubre de 2008



Luis Alberto Vásquez.
Un latino irreverente




Luis Alberto Vásquez es un poeta de la vida que ha escrito sus emociones y tristezas con poesía pura, con mucha fuerza y en cada latido de su alma, encontramos a un muchacho tierno, sensible y vital. Como periodista nos emociona con sus notas de fútbol y su palabra es demoledora cuando habla de política. Vinculado a la izquierda políticamente, no niega su militancia y más bien hoy sea ha vuelto un anarquista, pero del amor, según sus propias palabras, que se ha atrevido a escribir un nuevo libro sobre sus experiencias en Nueva York,
donde ha trabajado en distintos oficios y en especial de jardinero y donde ha sido feliz e indocumentado, a pesar de la tristeza de esos días que le sirvieron para hacer este libro.

Entrevista por Jessica Alvarado

¿Qué te ha motivado escribir este libro?
Yo viajé a Nueva York para tratar de buscar un futuro para mis hijos, pero el día que llegué al aeropuerto JFK, me quedé impresionado y ese mismo día sabía que iba a regresar y que de toda esta locura iba a nacer un libro.

¿Qué buscas con este libro?
Contar historias que puedan acercarte a un país tan grande y romper algunos mitos, pero por sobre todo, trata de ser un homenaje a los latinos y amazónicos que se sacan la mugre trabajando y que no es fácil, es jodido ser un latino indocumentado, ilegal y de quinta categoría.

¿Qué hacía un periodista en los Estados Unidos?Soñé con trabajar en periodismo, busqué una oportunidad pero no pude, así es que tuve que trabajar como ayudante de cocina y después como jardinero, oficio que me gustó mucho, porque nunca había hecho ese tipo de trabajo, entendí muchas cosas sobre la chamba, yo que soy medio vago. Así es que fui jardinero de la vida, en medio del sol de la isla grande en Nueva York, cerca al mar atlántico…

¿Es duro ese trabajo?
El trabajo para un ilegal siempre será duro y la tristeza, la nostalgia por la familia, por los amigos, por nuestro país es jodido. Yo vivía en un sótano de una casa americana junto a amigos mexicanos y salvadoreños, en un cuartito de tres por dos donde alcanzaba mi cama y mi maleta.

¿Te salvó la poesía? ¿Tenías tiempo para leer y escribir?Me daba un tiempo y anotaba mucho y claro, me salvó Benedetti y Galeano, algunos libros que había llevado y bueno, aprendía inglés todos los días para poder sobrevivir en un país consumista y racista, donde los gringos nos miran como si fuéramos extraterrestres.

¿Tú has viajado muchas veces a ese país, en qué otros lugares has estado?Estuve en USA en tres oportunidades. Primero para trabajar, después para estudiar y disfrutar de otra manera. Conocí Washington, una ciudad ordenada e interesante, fui a los museos espectaculares, visité la casa blanca y la librería del congreso, me tomé un café en Starbucks y caminé horas de horas por sus calles. En Nueva York me fui al teatro y estuve por sus calles enumeradas y en el centro conocido como el cuadrado de la hora, me emocioné con sus luces de colores, con sus avisos gigantes y sus rascacielos impresionantes. Y vi mujeres lindas, sobre todo dominicanas y costarricenses y gringas gordas, chanchas y feas, obesas por las hamburguesas y coca colas que se embuchan todo el día.
Y conocí Pensilvania, Nueva Jersey, Atlanta y en mi tercer viaje estuve en Miami, en un pueblito llamado Panama City, cerca al golfo de México y conocí Jacksonville donde vive mi amigo de la infancia Alfonso Simons, con quién me encontré después de 22 años y otros lugares como Miami Beach que no me gustó.

¿Volverás alguna vez?Si claro, pero plan de vago. Dejé muchos amigos, mexicanos pendejos que se la saben todas, colombianos hijoeputas que son buenos amigos, colombianitas y dominicanas que son una locura, negritas lindas de pies bonitos y cuerpos esculturales.
Hay mucho recuerdo del Perú en tu libro…
A pesar de los ladrones y sinvergüenzas que nos gobiernan, el Perú es un país de la puta madre. Su música, su comida, sus mujeres, su geografía y eso precisamente, es el recuerdo permanente cuando uno está lejos de su país.

¿Qué otros países conoces y por qué siempre regresas?
Me lo han preguntado muchas veces. Conozco Argentina y Uruguay, donde he sido tan feliz gozando del fútbol y la literatura. Estuve en Chile, en la isla negra de Neruda y por supuesto en la plaza de la revolución de La Habana en Cuba y me metí unos rones del alma con una negra de ojos azules para siempre en Bodeguita del Medio en La Habana vieja. Disfruté de Colombia y sus playas hermosas, de Venezuela y su linda gente que baila todo el día y de las mujeres más lindas del mundo en cada calle. También fui feliz en Guayaquil en el Ecuador y en tantos lugares, pero regresaré siempre a la amazonía, a mi selva verde, mágica, encantadora, donde me siento feliz, respirando su frescura, la de la punta de San Juan en Moyobamba, gozando de una noche inolvidable en Tarapoto, comiendo una pizza alemana donde mi amigo Tomás en Lamas o caminando en medio del revoloteo de mariposas amarillas en el Yacumama de Rioja o en medio del río Paranapura en Yurimaguas en la casa de mi amigo Sixto Saurín o hablando huevadas con mi hermano del alma Beto Ríos en la “Tanguita Roja” de la Banda de Shilcayo o jodiendo a todo el mundo con Beto Cabrera, Alfonso Rojas en la esquina de la “Rica Raja”, el restaurant de la guapachona Gisela Manucci, tomando un juguito de piña con naranja y ver pasar guapas muchachas por la vieja ciudad de Moyobamba, que a veces es aburrida, pero que tiene su encanto…

Otros proyecto después de este quinto libro
Estamos preparando un libro sobre fútbol con Beto Ríos, una mirada a los equipos peloteros de los años 70 en San Martín, que debe salir a fin de año.

¿Qué te jode en la vida?
El cuchillo traicionero por la espalda y trabajar como un huevón…


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XIX Congreso Nacional y VIII Congreso Internacional de Folklore "Francisco Iriarte Brenner – Luis Llerena Lazo de la Vega"





"Folklore en un mundo Global"
FECHA: Lima 14 - 28 de Octubre 2008
Organiza: CENDAF PERU Centro de Documentación y Apoyo al Folklore Peruano.
                Fundado en Marzo de 1974.


El primer paso de las actividades del XIX Congreso Nacional y VIII Congreso Internacional de Folklore "Francisco Iriarte Brenner – Luis Llerena Lazo de la Vega", fue la Conferencia de Prensa presentando este importante evento, que se desarrollará del 24 al 28 de octubre en diferentes sedes bajo la sigla de "Folklore en un mundo Global". Organizado por el CENDAF Centro De Documentación y Apoyo al Folklore Peruano. Se lamentó mucho la ausencia del presidente del comité organizador Amilcar Híjar Hidalgo quien tiene problemas de salud por lo que no pudo asistir, su lugar fue tomado por el vicepresidente Alejandro Melgar Vásquez quien durante su exposición tocó muy exhaustivamente los temas de la cosmovisión ancestral en nuestro país así como el vínculo Naturaleza- Hombre que tanto ha dejado de manifestarse en el “mundo desarrollado” por su excesivo individualismo lo que nos ha conducido a las crisis globales que ahora tenemos que afrontar.

La segunda intervención la hizo el historiador Simeón Orellana quien hizo una rememoración de todos los congresos realizados y de la importancia de los mismos. Hizo hincapié en los años de postergación e indiferencia de los diferentes gobiernos de turno así como la incapacidad de las autoridades para sacar de la marginación y el olvido a esta actividad cultural de tanta trascendencia para nuestros pueblos.

También destacó la inexistencia de una política cultural y la falta de un programa de educación que promueva la difusión no solamente del folklore sino de los mitos y leyendas propios de nuestro territorio.Durante la hora de preguntas de parte de los periodistas e invitados presentes destacaron las intervenciones de Francisco Iriarte, homenajeado por el congreso en mención poniendo énfasis en las serias carencias tanto de los sectores de gobierno o de instituciones culturales ausentes del proceso de desarrollo que se necesita para sacar adelante en forma predominante el Estudio del Folklore. Se destacó el apoyo de Brisas del Titicaka para el desarrolla de las actividades iniciales del congreso y por su interés en destacar el folklore de Puno y el Perú, Crear conciencia fraterna entre los puneños en respeto a su cultura y por impulsar el desarrollo y progreso de la región Puno, tal como lo mencionara el representante de Brisas Antonio Santander Bueno.

Se presentaron las danzas "Los Abuelitos de Quipan" a cargo de Juver Zavala Vilcachagua y su conjunto musical y el "Huaylarsh" interpretado por Lidia Sandoval y Moisés Balbín de la Embajada Folklórica del Centro.

sábado, 4 de octubre de 2008

Mitos y ritos del Perú indígena

Presentan documental "Maestros del perdón"

En el marco del ciclo de conferencias de los Jueves Culturales de octubre, denominado “Mitos y Ritos del Perú indígena”, organizado por el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), este jueves 16 de octubre se presentará el documental “Maestros del Perdón”, por Delia Ackerman. Asimismo, el Dr. Eduardo Gastelumendi explicará el uso de la Ayahuasca, mientras que el artista plástico Christian Bendayán tocará el tema “Mitomanía y los dueños de la verdad en el arte amazónico”.

El documental “Maestros del Perdón” explora las prácticas curativas del curandero Don Benito, descendiente de un linaje muy antiguo de maestros curanderos shipibos, intentando acercar la experiencia mágica del ritual del ayahuasca al mundo.

Delia Ackerman es Licenciada en Ciencias de la Comunicación de Universidad de Lima, Master of Science en Columbia University Graduate School of Journalism, ha participado talleres y elaborado videos independientes e institucionales, así como investigaciones personales.

El Dr. Gastelumendi explicará la percepción de nuestra existencia humana se da en diversas dimensiones: espiritual o transracional, cultural o racional y pre-cultural o pre-racional. Se referirá a estos tres ámbitos de la experiencia humana para luego situar en ellos el campo de la acción del Psicoanálisis Freudiano.

El Dr. Gastelumendi se graduó como médico en Brasil, se especializó en Psiquiatría en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, simultáneamente hizo su formación como Psicoanalista. Realizó estudios de Filosofía en PUCP y una Maestría en estudios Teóricos en Psicoanálisis en la misma universidad. Pertenece a varias sociedades científicas y tiene publicaciones sobre Psicoanálisis, Psiquiatría y de la Medicina Tradicional.
Christian Bendayán tratará sobre los cuatro mitos vigentes en el imaginario popular amazónico y sus transformaciones en tiempos de globalización. Cuatro mitos dueños y protectores de la verdad sobre el origen de la vida y la naturaleza amazónica.

Bendayán estudió Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes, participó en exposiciones individuales, y en exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Ganó el concurso al mejor expositor en Luces 2007, primer premio al III Concurso Pasaporte para un artista y primer premio en el Concurso de Pintura convocado por la Municipalidad de Maynas.
Lugar : Auditorio del MNAAHP (Plaza Bolívar s/n Pueblo Libre)
Fecha : 16 de octubre de 2008
Hora : 6:30 PM (Hora exacta)
 Ingreso Libre

miércoles, 1 de octubre de 2008



El 5to libro de Luis Alberto Vásquez
Un Latino en Nueva York

Escribe: Alberto Ríos Ramírez

Conozco a Luis Alberto Vásquez desde mediados de los años sesenta, teníamos entonces cuatro o cinco años de edad y cursábamos los primeros años de educación inicial en el inolvidable Jardín de la Infancia de la Plazuela Libertad en la vieja ciudad de Moyobamba. Doña Encarnita Loja y su inagotable ternura guiaba nuestros pasos iniciales.
Moyobamba era entonces el paraíso perfecto que cualquier muchacho hubiera querido habitar, nuestros días transcurrían entre “cachacos y ladrones” en los misteriosos barrancos de la ciudad. La magia del cine en incontables tardes de domingo nos trajo a Cantinflas, las películas mexicanas con harta música ranchera, Luis y Antonio Aguilar, Lucha Villa, Rodolfo de Anda, don Andrés Soler y Antonio Badú, los western spaghetti de Sergio Leone y Giuliano Gema, Sartana y Klaus Kinski, el humor de Luis Sandrini y los musicales de Palito Ortega formarían parte de nuestro imaginario de toda la vida, nombres que valen la pena recordar, hoy que el viejo cine teatro Moyobamba se fue para siempre.
Las tardes de fútbol en el campo 28 y luego en el Estadio Municipal completaron nuestros días de felicidad, con un pase gol de Pepe Velarde o el grito ensordecedor de la tribuna cuando ganaban el “Deportivo Hospital”, el “Sargento Tejada”, pero sobre todo y ante todo el Atlético Belén.
La música la ponían Jhony Montalván y su órgano electrónico. Cuando nos visitaban Juaneco y su Combo y Los Mirlos, hacían bailar a las admiradas internas del colegio Ignacia Velásquez, tiempo después nos enteraríamos que esa admiración se llamaba amor platónico.
Como todos los jóvenes de la época Lucho se fue a Lima en el 79, optó por Ciencias de la Comunicación y Periodismo y con ese oficio, recorrió diversas redacciones donde formó su fibra de escritor, lector impenitente de buena literatura: Benedetti, García Márquez, Galeano, Bukowski, Juan Gonzalo Rose y Luisito Hernández integran su santuario personal. Militante consecuente de la justicia y la verdad, aunque a no dudarlo, hay una militancia que ha cultivado con particular apego: la heterodoxia en materia de amor.
Luis Alberto es un viajero apasionado y no le creí cuando me dijo en una fría tarde del invierno limeño que se iba para Nueva York, buscando un futuro mejor; porque su futuro ya estaba creado en este lugar de la amazonia como uno de sus escritores más importantes. Creo que en esencia viajó siguiendo su instinto de aventura y en hora buena que haya sido así, porque bajo ese instinto aterrizó en el JFK y se fue a la apacible Long Island a trabajar como cualquier migrante en jardinería, cocina o lo que fuera, porque sin billete en Estados Unidos no necesariamente se hace camino al andar.
Con toda esa mochila de sensibilidad y amor a la vida, recorrió ciudades y pueblos de la costa este y aprendió que en ninguna parte, el sol se viste de naranja como en West Palm Beach y que el frío de Nueva York no sola moja los zapatos, también congela lo más profundo del alma de tanto extrañar.
A Lucho Vásquez aún le maravillan las obras de gran ingeniería que vio en los Estados Unidos, la sonrisa de una rubia al paso y la luna de Jacksonville junto a su amigo Alfonso “Pocho” Simons. También le vuelven loco, la coquetería incomparable de Andrea Montenegro, la mirada de Valia Barack a la distancia, ver a la U campeón en Nueva York y que un cebichito o arroz con pato a la norteña, siempre sabe mejor en casa, aunque en Nueva Jersey sientas que el corazón late a cien por hora.
Las ochenta páginas de su libro se recorren bajo el contoneante ritmo del son cubano que le imprimen dominicanos, caribeños y colombianos que aparecen en él y como para componer un son, sólo se necesita un motivo como decía el maestro Ismael Miranda, felizmente Lucho Vásquez ha encontrado muchos de puro afecto y amor a su país y que hoy nos regala en este libro al que ha denominado Un Latino en Nueva York, que constituirá sin duda un aporte particular a la letras amazónicas.