sábado, 9 de junio de 2012

Cuentos y Tradiciones de Moyobamba

"Cuentos y tradiciones de Moyobamba, de Ezequiel Valenzuela Noguera, es una obra didáctica por excelencia. La recopilación de los ocho cuentos que lo componen –"Perdidos en el bosque", "El dios de la montaña","Lamento en la selva", "El chullachaqui", "El Mayo y la llocllada", "El sacharuna y los renacales","El paúcar, cantor de la selva, y El huambrillo y los bosques– redactados en un lenguaje coloquial y ameno, así lo evidencia. Y si unimos a estos relatos, de una clara intención a favor de la preservación del mundo silvestre amazónico, las ilustraciones ejecutadas por el pintor Miguel Ángel Tinoco, tendremos por resultado un libro que debiera convertirse en lectura obligada para los escolares y además servir de entretenido reposo a los mayores". María Luz Crevoisier

Presentación de libro: “Cuentos y Tradiciones de Moyobamba” de Ezequiel Valenzuela Noguera

Presentan: Víctor Cipriani Nevad, César Toro Montalvo y Ricardo Portocarrero Grados.

Fecha: miércoles 13 de junio

Hora: 7:00 p.m.

Lugar: Casa Museo José Carlos Mariátegui, Jr. Washington No. 1946 - Lima

Organiza: Casa Mariátegui
Ingreso libre


Tierra mágica

Moyobamba, escenario de estas fábulas, es conocida como el ‘Paraíso de las orquídeas’, siendo capital del departamento de San Martín desde 1906. Fundada como Santiago de los Valles de Moyobamba, el 25 de julio de 1540 por Juan Pérez de Guevara; estuvo habitada por los muyupampas en la época preínca, convirtiéndose en refugio de los pocras (por la zona de Lamas) y chancas (ubicados a orillas del río Mayo). En 1492, el inca Túpac Inca Yupanqui conquistó la región.

En la actualidad, es la tierra donde conviven aguarunas, lamas, quechuas, descendientes de europeos, asiáticos y pobladores de procedencia latina. Pese a esta vorágine, aún perviven historias, narraciones, mitos y leyendas, que se transmitieron de generación en generación para perpetuar el rito de la literatura oral.

Cuando el mito y la historia se unen, se transforman en cultura viva, aseguró hace unos días el historiador y narrador César Toro Montalvo, uno de los presentadores de Cuentos y tradiciones de Moyobamba, en el centro cultural José Carlos Mariátegui.

Es que el Perú mantiene vigente la creatividad narrativa desde que los primeros pueblos se asentaron en su territorio. A lo largo de los siglos, diferentes mitos y leyendas han ido mutando, cambiando referencias y lugares, enriqueciéndose con nuevos elementos, pero conservando su esencia. Este ejercicio es la base de la literatura oral.

Siendo nuestro país ancestralmente panteísta, es lógico que apunte hacia la naturaleza como principio y fin. Por ello, su narrativa generalmente nace y crece en un ambiente telúrico donde plantas y animales adquieren vida y ejecutan una convivencia pacífica con el hombre, siempre y cuando éste cumpla con las leyes de respeto hacia su hábitat. La transgresión equivale a un castigo, como recoge en sus cuentos Valenzuela. Un ejemplo de ello sería el relato "El Mayo y la llocllada". En su obra también encontramos personajes que actúan como protectores del medio ambiente como  el paucar, cantor de la selva, el simpático chullachaqui o el sacharuna, un ser fantástico que vive en el bosque.

La Amazonía nos obsequia mil motivos para la creatividad y así lo demuestran  poetas y escritores nacidos en su suelo, como el narrador Francisco Izquierdo Ríos, los novelistas Arturo Hernández (Sangama); César Calvo de Araujo (Paiche); su hijo, el poeta César Calvo Soriano (Las tres mitades de Ino Moxo) o afincados en alguno de sus parajes, como el profesor universitario y periodista Ezequiel Valenzuela Noguera.

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